viernes, 8 de enero de 2010

Africa continente olvidado

África es el continente más pobre de la tierra. Con la crisis que se intensifica en los países OCDE, también corre el riesgo de ser el continente más olvidado del planeta.
Uno de sus ministros estrella, el surafricano Trevor Manuel, no deja de alertar en este sentido: África está nuevamente en peligro de desaparecer de las agendas de los países ricos. Conforme se está intensificando la crisis, se agudiza el parón de capitales privados hacia el mundo emergente, mientras las remesas -una fuente de financiación importante para el continente africano- también se están reduciendo a gran velocidad.
El continente africano no se merece, sin embargo, el olvido de Occidente. Esta región no ha desmerecido: es más, se ha lucido desde el punto de vista económico a lo largo de los últimos años. En África se ha dado, durante los años 2000, un auge económico singular.
El continente se hizo atractivo, en particular para las nuevas potencias emergentes de Asia, del Oriente Próximo y de América Latina. De la noche al día, África dejó de ser el patio trasero exclusivo de los países desarrollados. Las empresas chinas empezaron a invertir en la región. Con ello, de repente, el continente negro recobró una importancia estratégica, política y sobre todo económica inesperada para los países de la OCDE. Conforme las empresas chinas fueron arrebatando contratos a las multinacionales europeas y norteamericanas, la novia africana se hizo cada vez más atractiva: la prometida dejaba de serlo de manera exclusiva. Peor todavía: se podía enamorar de otros pretendientes.
Hoy día, más de 800 empresas chinas operan en África en sectores que van desde las materias primas hasta las manufacturas y las finanzas. En 2008, el comercio entre China y África superó los 100.000 millones de dólares, un récord. Es de esperar, por el bien de África, que en 2009 este interés chino no se desvanezca: la presencia del gigante asiático opera, al final, como un catalizador, incentivando los occidentales a no dejar el continente en manos de otros.
El interés por China radica fundamentalmente en los tesoros de sus suelos. Este apetito internacional estimuló a su vez el crecimiento del continente. Así, según el African Economic Outlook (AEO), publicado por el Centro de Desarrollo de la OCDE, el continente estuvo creciendo cinco años seguidos a ritmos asiáticos, con un promedio de más del 5,5%. No se trató sólo de los países exportadores de materias primas: en 2007, de los 35 países analizados en el AEO, un total de 31 estuvieron creciendo a un ritmo superior al 5%. Todo ello despertó el apetito de los inversores privados en búsquedas de rendimientos (eso sí, no adversos al riesgo).
El despertar del interés chino por África ha estimulado el apetito de otros inversores emergentes. Prueba de ello es el auge de las inversiones extranjeras directas que se están dando hacia África. En 2005, por primera vez, la inversión extranjera directa recibida por el continente (35.000 millones de dólares) superó la ayuda oficial al desarrollo bilateral de los países de la OCDE. En 2007 y en 2008, las inversiones alcanzaron 53.000 de dólares, todo un récord.
En el mundo de las economías emergentes, China no es, sin embargo, el único nuevo inversor que ha irrumpido en África. En 2006, por primera vez, las fusiones y adquisiciones operadas en la región fueron lideradas por las empresas de Asia y Oriente Próximo. Los grupos indios estuvieron moviendo también sus fichas. En 2007-2008, el comercio bilateral entre India y África superó los 30.000 millones de dólares, cuando era apenas de 1.000 millones en 1900-1991. Prueba del creciente interés de India por África es que en abril 2008 tuvo lugar, por primera vez en la historia, una cumbre India-África. Desde América Latina, los grupos brasileños también iniciaron inversiones importantes en África. Desde 2007, el grupo de construcción Odebrecht volcó 200 millones de dólares en Angola, junto con operadores locales, para crear una nueva empresa en el sector de los biohidrocarburos. Empezó también a construir una terminal de combustibles en Etiopía y a ejecutar obras de infraestructura en Libia. Por su parte, el gigante minero Vale tiene planes importantes en Mozambique y actividades en Angola, Gabón, Suráfrica y Guinea. Petrobras desplegó, por su parte, su presencia en Libia, Tanzania, Santo Tomé y Príncipe, Nigeria y Guinea Ecuatorial.
A estos inversores procedentes de China, India o Brasil se suman también grupos industriales y financieros de Oriente Próximo, empresas rusas como Gazprom y otros inversores del sureste asiático. Esta tendencia de inversiones de países emergentes en África participó de otra más general y global: la emergencia de las potencias del sur como protagonistas de la globalización capitalista. La crisis actual obviamente limita ahora fuertemente estos proyectos de expansión. Sin embargo, como lo hemos visto con la entrada en febrero del 2009 de Chinalco en el capital de la anglo-australiana Rio Tinto, algunos países emergentes todavía disponen de apetito y liquidez para lanzarse en operaciones de 20.000 millones de dólares.
Lo que estuvimos viviendo en la primera parte de los años 2000 fue un gran reequilibrio de las riquezas de las naciones del norte hacia el sur y entre los países del sur. Es posible que la crisis actual frene este reequilibrio: más que reequilibrios de riquezas, estamos asistiendo a destrucciones de ellas. Uno podría entonces atreverse a desarrollar una paradoja: si África quiere evitar desaparecer de nuevo del radar de los países ricos, como lo teme Trevor Manuel, quizá lo mejor que le pueda ocurrir es que países emergentes como China, India, Brasil, Rusia o los Emiratos Árabes sigan interesándose por este continente que se merece mucho mejor que nuestro olvido.

EL HAMBRE EN EL MUNDO UN

EL HAMBRE EN EL MUNDO UN RETO PARA TODOS:EL DESARROLLO SOLIDARIO
PRESENTACIÓN
Me complace poder presentar el documento « El hambre en el mundo. Un desafío para todos: el desarrollo solidario », que ha sido atentamente preparado por el Pontificio Consejo « Cor Unum » por indicación del Santo Padre Juan Pablo II. Precisamente este año el Sucesor de Pedro en su Mensaje Cuaresmal se hizo portavoz de aquellos carentes del mínimo vital: « La muchedumbre de hambrientos, constituida por niños, mujeres, ancianos, emigrantes, prófugos y desocupados eleva hacia nosotros su grito de dolor. Nos imploran, esperando ser escuchados ».
Este documento se sitúa en el camino señalado por Cristo a sus discípulos. Las promesas y el mensaje de Jesús convergen efectivamente en la manifestación que « Dios es amor » (1 Jn 4, 8), un amor que redime al hombre y lo rescata de sus múltiples miserias para restituirle su plena dignidad. La Iglesia a lo largo de los siglos ha puesto innumerables signos concretos de la misericordia de Dios. Su historia podría ser escrita como una historia de la caridad hacia los pobres, teniendo por protagonistas a los cristianos que han testimoniado a sus hermanos necesitados el amor de Cristo que da la vida por el prójimo.
Este estudio se propone ser una contribución al compromiso de los cristianos de compartir las angustias del hombre de hoy. Los temas tratados son de grande actualidad; éstos se refieren tanto a la descripción del hambre en el mundo, como a las implicaciones éticas de la cuestión, que tocan a todos los hombres de buena voluntad.
La publicación es de particular importancia en vista del Gran Jubileo del Año 2000 que la Iglesia se prepara a celebrar. El espíritu del documento no se alimenta en ninguna ideología, sino que se deja guiar por la lógica evangélica e invita a seguir a Jesucristo en la vida diaria.
Auguro una amplia difusión a esta publicación, confiando que pueda contribuir a formar la conciencia en el ejercicio de la justicia distributiva y de la solidaridad humana.

Trabajo infatil

El trabajo infantil creció el 600 por ciento en los últimos siete años en Argentina, donde actualmente hay 1,5 millones de menores de quince años que desempeñan alguna tarea para sobrevivir o ayudar a sus familias.

En 1998 los niños que trabajaban eran 250.000, según una investigación conjunta del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y de la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil de Argentina publicada este lunes por el diario "La Nación".

Sólo en la ciudad de Buenos Aires hay unos 3.500 menores que viven en la calle, de los cuales el 49 por ciento se dedica a mendigar, una de las modalidades que adopta el trabajo infantil urbano.

Los límites y el alcance del trabajo infantil en este país son difíciles de definir debido a que, según estadísticas oficiales, el 63,4 por ciento de los chicos vive en hogares pobres, apunta el informe.

Elena Duro, de la delegación local de UNICEF, consideró que para revertir esta situación no alcanza con programas que actúen de manera aislada, sino que es necesaria la articulación de políticas públicas.

"Todavía no existe en nuestro país una política que tienda a la erradicación del trabajo infantil, pero avanzaron mucho en este campo y creo que están próximos a desarrollarla", manifestó.

Según la especialista, si bien se hicieron varios estudios en los que UNICEF colaboró con el Gobierno argentino, "ahora falta el diseño de una estrategia que contemple la tarea conjunta de las áreas de Salud, Educación, Desarrollo Social y Trabajo, además de sumar a las organizaciones no gubernamentales".

La investigación determinó que la pobreza y el desempleo, que según las últimas cifras oficiales afectan respectivamente al 40,2 y al 12,1 por ciento de la población argentina, son las principales razones del auge del trabajo infantil.

En la capital del país, el 40 por ciento de los chicos no estudia y un porcentaje similar lo hace en forma esporádica, según otro informe del Consejo de Niñas, Niños y Adolescentes de la ciudad de Buenos Aires.

"Van dejando la escuela de a poco. Faltan un día, otro y otro más, hasta que finalmente no van más", dijo José Manuel Grima, coordinador del Programa para la Erradicación del Trabajo Infantil del Consejo.

La presidenta de ese organismo, María Elena Naddeo, explicó a su vez que el trabajo infantil no es delito en sí mismo, salvo que haya explotación o reducción a la servidumbre, pero sí se considera que quien lo realiza es una víctima a la que el Estado debe asistir.

martes, 11 de agosto de 2009

muertes por desnutrición en argenmtina

En Argentina, país productor de alimentos para 300 millones de personas, miles mueren por desnutrición. La responsabilidad es de este modelo económico exportador.Hace pocos días falleció en Chaco una mujer aborigen de 46 años, María del Carmen Moreyra, como consecuencia de un cuadro agudo de desnutrición. Con esta muerte, ya son 11 las víctimas fatales del flagelo del hambre que padece esa provincia. El Centro de Estudios Sociales Nelson Mandela denunció que, según un estudio realizado en mayo de este año por el Ministerio de Salud chaqueño, existirían al menos otros 92 casos graves, y sin embargo no han hecho absolutamente nada al respecto. ”Estamos en presencia de fallecimientos en serie y Salud (el ministerio) no hizo nada, simplemente está diciendo que este no es un problema sanitario, pero lo cierto es que hay una emergencia sanitaria y socioalimentaria”(La Nación, 8/8). A su vez, las autoridades provinciales pidieron la intervención del gobierno nacional, diciendo que el mismo “no puede estar ausente”.Todos sabemos que esta situación no ocurre sólo en Chaco. En La Rioja, Corrientes, Tucumán y Buenos Aires también hay alertas sobre gravísimas carencias alimentarias, con el macabro agravante que la población más afectada está compuesta por niños. Esta malísima o deficiente alimentación, deja asimismo huellas fatales en el crecimiento, como ser enfermedades incurables, problemas de aprendizaje e innumerables secuelas más.Mucho más que una cuestión de númerosLejos de darle a esta situación la prioridad absoluta que merece, el gobierno sólo trata de cuidar las apariencias, mintiendo con los índices de inflación y otros. Ningún trabajador o ama de casa podría creer que la inflación del mes de julio fue sólo del 0,5%, como dice el INDEK. También “dibuja” el índice de aumento de los medicamentos, cuyos precios subieron entre un 3% y un 20% en los primeros días del mes pasado.Igualmente ocurre con los índices de pobreza e indigencia. De acuerdo con las mediciones del INDEK referidas a los primeros meses del año, la indigencia habría caído un 1% y la pobreza cerca de 3% respecto al último semestre de 2006. Pero llegan a esas cifras con índices “truchos”, ya que si usaran los reales, daría que la pobreza e indigencia aumentaron.De todos modos, no hace falta ser un analista económico para darse cuenta de toda esta atroz mentira. Basta ser un trabajador o ama de casa que todos los días tiene que comprar alimentos, medicamentos u otros productos, para comprobar que todo aumentó mucho más que nuestros ingresos.No al modelo de desnutriciónSi esto sigue ocurriendo es porque el modelo económico de los Kirchner (Nestor y Cristina, valga la aclaración) mantiene la línea impuesta hace muchos años por el imperialismo, que le asignó a nuestro país la función de proveer alimentos, combustibles y mano de obra baratos al mercado mundial.Para evitar que en nuestro país se sigan muriendo centenares por desnutrición o enfermedades propias de siglos pasados, hay que declarar en forma inmediata la emergencia alimentaria y sanitaria. Para que el gobierno, a través del Estado, frene estas calamidades obligando a que los exportadores pongan primero la leche, la carne y demás alimentos para dar de comer a los más necesitados, e intime a los grandes laboratorios a entregar medicamentos gratuitos para quienes lo necesiten, evitando muertes por enfermedades curables. A la vez, hay que destinar el dinero utilizado para el pago de la deuda externa, para equipar y sumar camas a los hospitales públicos, y construir en forma urgente salas de primeros auxilios en todos los barrios humildes para prevenir casos extremos. Estas y otras medidas de emergencia deben hacerse realidad. Para que este modelo “de acumulación”, como le gusta decir a Cristina, deje de ser de exclusión para millones.Niños que nacen atrofiadosEl panorama que arrojan los relevamientos sobre el estado alimentario de nuestros chicos es desolador. En La Rioja, por ejemplo, se detectaron 180 niños con desnutrición grave entre una población escolar de 270, en una escuela ubicada en un barrio humilde. En Corrientes, centros sanitarios públicos reportan que atienden a diario gran cantidad de niños desnutridos. Las propias cifras oficiales reconocen que el 5,9% de los chicos tiene su crecimiento atrofiado por razones alimentarias. Un reciente sondeo indica que el 45% de la población infantil de la ciudad de Corrientes padece algún grado de desnutrición.En Tucumán falleció hace poco por desnutrición un bebé de 7 meses, dos días después de haber recibido el alta en el Hospital de Niños. En Salta, el 40% de los decesos de niños de hasta un año de edad se producen por deficiencias en su desarrollo. Sin palabras

martes, 7 de julio de 2009

mortalidad infantil en argentina

Según cifras oficiales del Consejo Federal de Salud, con fecha noviembre de 2008, aunque recién esta semana fue publicado, en 16 años Argentina había disminuido la mortalidad infantil en un 50%. Había pasado del 25.6% por mil en 1990 a 12.9% en 2006, lo cual fue anunciado por el ministro de salud en septiembre de 2007 en un clima de victoria y euforia.En 2007 la mortalidad infantil volvió a subir a 13.3 por mil, esta vez no hubo anuncio sino silencio. Es mas, las estadísticas publicadas por el Ministerio en su sitio oficial no aparece este último índice sino el anterior, el de la buena noticia.En este informe, Elida Marconi, directora de Estadísticas e información en Salud del Ministerio, dice que “hubo un leve aumento de la tasa entre 2006 y 2007”. “Leve” porque subió 0.4. Para dar un ejemplo, podemos tomar el año 2007 en el que nacieron 703.000 bebés. Un índice de mortalidad de 13,3 son 9350 bebés muertos. El 0.4 son casi 300 bebés. El informe habla de “inequidades entre jurisdicciones”: el índice de Capital marca 8.4, el de Formosa es 22.9 y Chaco 21.2.El 60% de las muertes podrían prevenirse con controles de embarazo, pero hay muchos embarazos adolescentes y no planificados. Otro problema son las bronquio litis y neumonías.Muchas de estas muertes se producen por falta de un debido control a estas mujeres embarazadas; por que ante la falta de lugar en hospitales públicos se les da de alta a chiquitos que van a hogares humildes y carentes de todo tipo de servicios y básicos; por la falta de información y educación sexual que reciben los adolescentes hoy en día, ya que una debida información sobre las formas de protección sexual y una mayor concientización a la ciudadanía en general evitarían muchos embarazos no deseados.Se debe empezar a trabajar transversalmente con Educación y Desarrollo Social, ya que este no es sólo un problema de Salud.Educar, prevenir, informar, llevar a cabo programas de políticas públicas que tienda a evitar embarazos no deseados o aquellos embarazos que no reciben los cuidados y atenciones básicos necesarios; y para los ya concebidos, la contención, cuidado y apoyo necesarios que necesita una mujer embarazada.La Argentina, en este tema, retrocedió.

viernes, 19 de junio de 2009

Poesia a la Bandera

Bandera Azul y Blanca

Bandera que eres gloria de un pueblo honrado, que te venera con respeto y amor,
Cubre los cielos de los argentinos y eres emblema de libertad y honor.


Coronaste con el azul y blanco y el victorioso sol que ilumina la patria a la que con brío y denuedo, defenderé...

  • Escrita Por Misael ogas

martes, 9 de junio de 2009

Chaco y su poblacion olvidada



Cuando cada número que integra una estadística socioeconómica es leído con nombre y apellido, aseverar que baja o sube no es una cuestión “sólo de criterio”, sino de “vidas”. Ayer, el Indec dio a conocer las cifras de indigencia y pobreza. Chaco, la provincia con más pobres e indigentes del país, registró –según el índice oficial– una caída de más de cinco puntos, de 45,6 a 40 por ciento. Más allá de las cifras oficiales, los datos concretos de la provincia muestran un cuadro más que preocupante.
Con un total de 1.050.000 pobladores, la provincia del Chaco tiene a más de la mitad de su población bajo la línea de pobreza y algo más de un cuarto sin las condiciones básicas para subsistir. Sólo en la ciudad de Resistencia, unas 100.000 personas de las 360.000 que viven allí se encuentran en asentamientos de algún tipo, en condiciones de sub o nula urbanización, de acuerdo con relevamientos de universidades y centros de investigación privadas.
El costo de la canasta básica de esa provincia se estima en 1400 pesos, casi un 50% por encima de los 982 que según el Indec necesita una familia tipo. El director del Centro de Estudios e Investigaciones Sociales Nelson Mandela, Rolando Núñez, aseguró a Página/12 que sus propias estimaciones ubican la pobreza entre 53 y 56 por ciento. Esto tiene que ver con el incremento en el costo de vida chaqueño, que respecto a un año atrás se ubicaría en el 31,3 por ciento.
En la realidad propia del Noroeste argentino, hay otros datos preocupan tes, que dan cuenta de un salto cualitativo en la pobreza. A la proporción de pobres se adiciona un diez por ciento cuando se trata de menores de entre 0 y 14 años. Un fenómeno de “infantilización de la pobreza”, según lo llaman. En cuestión de género, las mujeres en situación de pobreza superan a los hombres, ya que muchas de ellas son jefas de hogar.



  • eso es obra de las malas políticas y administraciones que sufre la argentina, obra de los que no sienten a argentina como su patria sino la defenderían y no la saquearían.